Hoy, es muy usual, cuando alguien que ha tenido un acercamiento a Dios, al testificar a algún conocido, éste piense, que en verdad hay cambios visibles, que se la pasa leyendo la Biblia, orando, que pasa mucho tiempo en reuniones en el templo y que ha tenido cambios en relación con algunos valores y hábitos.
Pero, al tiempo, muchos que responden al mensaje del evangelio quedan allí, en los primeros e iniciales cambios. Ser llamado por Dios es mucho más que integrarse a una iglesia y tener ciertos cambios visibles.
¿Cuánto tiempo hace que Dios te llamó a una nueva vida (2 Cor 5.17)?He notado que muchos piensan que es mejor esperar antes de seguir avanzando en la vida cristiana; que habrá otros momentos para consagrarnos a Dios. Muchos se conforman con una vida que, ante la promesa de Dios de vida abundante (Jn 10.10b), es una vida chata, muy lejos del propósito de Dios para la iglesia, y tú, yo, todos los que hemos respondido al llamado de Dios somos la iglesia.
Algunos piensan que es mejor ir a la iglesia, hacer buena letra, pero sin fanatizarnos, que no hay que tomar las cosas muy en serio, que la vida es una sola y hay que disfrutarla.Pero la voluntad de Dios contiene importantes y tremendos propósitos que son necesarios conocer y apropiarnos de ellos, porque la vida abundante está estrechamente vinculada a los mismos.Cuál es la voluntad de Dios para los que Él llama?1. Ser apóstoles, enviados.
Así como Dios nos busca y llamó para andar en su gracia, amor y perdón, otros necesitan conocer el poder que está transformando y ha tocado nuestras vidas.Cuando Dios te llama, te da una identidad nueva, un nuevo propósito y una nueva manera de hacer las cosas, porque los valores del Reino hacen nuevas personas.2..
A ser santificados, personas perdonadas, que tienen, por el amor y la misericordia de Dios, una nueva oportunidad, que han recomenzado sus vidas porque Dios les llamó a recibir gracia de lo alto.3. A ser llamados a formar el pueblo santo - apartado, diferente, no del montón, no mediocres, sino herederos del obrar y las bendiciones de Dios.
ÉL quiere mostrarse al mundo, pero busca personas a través de las cuales manifestar que Él es real, que hace tremendas cosas.4. Invocan el nombre de Dios... personas que hablan y conviven en comunión con el Señor, Él se revela a sus hijos, los cuida, aún bendice a otros a través de ellos (1Cor 7).5. El Señor, no solo es nuestro Padre, nos da una identidad y una familia, donde Él se manifiesta en medio de ellos, además nos toma como posesión suya, nos adopta como hijos, para amarnos y recrear en nosotros nuevas personas.6.
Nos escoge para ser receptores (derramar) su gracia. Bondad de Dios en abundancia, llena nuestras vidas, pero desborda, se derrama, perfuma y atrae otras vidas v3.7. Esta gracia, es por medio de JC, si alguno de los presentes no conoce o quiere renovar los propósitos de Dios en su vida o familia, debe volverse a Dios, reconocer su necesidad, clamar -Jer 33.3 y creer que en JC Dios ha provisto todo lo necesario para que el Espíritu Santo comience una obra de transformación tremenda, única y bella.Quién probó la gracia de Dios, nunca más quiere volver atrás.
Conclusión¿Qué hace Dios si te vuelves a Él o renuevas Su propósito en ti?* Dios te permite comprender los tesoros de su Palabra, ésta adquiere vida y sentido, todo es comprensible, claro, alguien te ayuda, el Señor esta contigo, no solo te envía, va contigo.* Nadie puede llenar el vacío interior, solo Él, Dios lo creó para habitar él.* Cuando una persona cree en verdad, es establecida firmemente en el camino de la vida, recibes dones (2 al menos) y surge el deseo de querer seguir y agradar a Dios.
Si a ti no te domina este deseo, dos cosas pueden estar pasando:1.Lo has perdido, necesitas renovar tu vida en Cristo, confesar que tu vida ha perdido el rumbo y la identidad con Cristo.2. O necesitas nacer de nuevo, permitir que por primera vez Cristo entre en tu vida.Cuál es tu situación...? Es tiempo de responder, Dios está llamando, cualquiera sea tu situación. Dr.Juan Barek Estados Unidos, (Revistalogos.com).- 1 Cor. 1:1-10.
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