Las diversas entidades de personas con discapacidad de República dominicana, indignadas ante el chantaje vulgar e inaceptable de un incipiente grupo llamado “Fundación Vida y Alegría”, desmiente, por esta vía, los intentos fallidos de estos individuos de pretender agenciarse de prebendas y constituirse en nuestros representantes. Las y los integrantes de nuestras entidades se les reconocen los diversos aportes que, a lo largo de más de 30 años de ejercicio, venimos desarrollando a favor de nuestras causas sociales, sin más beneficio que el de la gratificación personal y el fortalecimiento institucional de nuestro sector.
Las instituciones que con dignidad y decoro representamos, tienen la satisfacción de estar formada por hombres y mujeres con una vida pública intachable, un historial de lucha por los derechos civiles impecables y con una hoja de servicio laboral premiados y reconocidos por las empresas a las que servimos por larga data.
No es casual que parte de nuestras y nuestros integrantes hayan recibido grandes reconocimientos en todas las áreas en las que se han destacado y que hoy constituyan ejemplo de templanza, perseverancia y constancia de lo que un ser humano con discapacidad puede lograr si le acompaña el respeto y la dignidad humana.
En consecuencia, por lo más arriba expuesto, hacemos un llamado a la opinión pública, así como a las personas y entidades a donde van dirigidos estos desmanes, para que no se dejen provocar por personas pedigüeñas y que, sin recato alguno, persisten en hacer de la discapacidad no una condición, sino…Una profesión.
Por último, nuestros esfuerzos deben estar dirigidos, de manera unificada, a que sea conocida y aplicada en nuestro país la recién aprobada por las Naciones Unidas: “Convención por el Respeto de los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad,” por su gran importancia para nuestro sector a nivel nacional y mundial y que, unidos como sector, llevemos propuestas (No protestas), coherentes y concretas a la sociedad en pleno: organismo rector, sector gubernamental, congresual, empresarial y tomadores de decisiones y así garantizar la dignidad y el respeto que tras ardua y constante labor, hemos logrado.
Las instituciones que con dignidad y decoro representamos, tienen la satisfacción de estar formada por hombres y mujeres con una vida pública intachable, un historial de lucha por los derechos civiles impecables y con una hoja de servicio laboral premiados y reconocidos por las empresas a las que servimos por larga data.
No es casual que parte de nuestras y nuestros integrantes hayan recibido grandes reconocimientos en todas las áreas en las que se han destacado y que hoy constituyan ejemplo de templanza, perseverancia y constancia de lo que un ser humano con discapacidad puede lograr si le acompaña el respeto y la dignidad humana.
En consecuencia, por lo más arriba expuesto, hacemos un llamado a la opinión pública, así como a las personas y entidades a donde van dirigidos estos desmanes, para que no se dejen provocar por personas pedigüeñas y que, sin recato alguno, persisten en hacer de la discapacidad no una condición, sino…Una profesión.
Por último, nuestros esfuerzos deben estar dirigidos, de manera unificada, a que sea conocida y aplicada en nuestro país la recién aprobada por las Naciones Unidas: “Convención por el Respeto de los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad,” por su gran importancia para nuestro sector a nivel nacional y mundial y que, unidos como sector, llevemos propuestas (No protestas), coherentes y concretas a la sociedad en pleno: organismo rector, sector gubernamental, congresual, empresarial y tomadores de decisiones y así garantizar la dignidad y el respeto que tras ardua y constante labor, hemos logrado.
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